Tropas estadounidenses practicarán con fuerzas nacionales en el mar argentino

Serían entre unos 30 a 60 efectivos y 2 aviones P3 Orión que realizarán un entrenamiento con la Armada en el Mar Argentino y la Antártida. En septiembre se aprobó en Senadores, falta la aprobación de Diputados.

Serían entre unos 30 a 60 efectivos y 2 aviones P3 Orión que realizarán un entrenamiento con la Armada en el Mar Argentino y la Antártida. En septiembre se aprobó en Senadores, falta la aprobación de Diputados.

 

Un nuevo hito para las renovadas relaciones con Estados Unidos se concretará a fines de octubre. La Armada argentina realizará un ejercicio de entrenamiento conjunto con su homóloga norteamericana en el Atlántico sur.

Hace tres semanas el Senado le dio media sanción al proyecto, enviado por el Ministerio de Defensa a pedido de la Armada,  aún resta la aprobación en la Cámara de Diputados, pero la previsión es que la prueba se realice entre el 27 de octubre y el 2 de noviembre. De cualquier modo, el proyecto contempla un período que va hasta agosto de 2018 como fecha límite para realizar las maniobras conjuntas.

No será un ejercicio de combate sino que se centrará en actividades navales de rescate y búsqueda en el océano. Participarán dos aviones navales norteamericanos y uno de la Argentina. Son unidades militares, pero no de combate. En total, indicaron fuentes de la Embajada de Estados Unidos, llegarán unos treinta efectivos al país.

La escala pequeña del ejercicio, en comparación con las operaciones masivas que realiza ese país con otros aliados en regiones calientes, hace que ni siquiera sea considerado como un ejercicio militar conjunto sino que se describe con la rúbrica “intercambio de expertos en la materia”, SMEE según sus siglas en inglés.

La Armada norteamericana aportará dos aviones P-3 Orion, una unidad con cuatro motores a hélice que está activa desde la década del 60 y será reemplazada por su sucesor, el P-8 Poseidon, hacia fines de esta década. Esta unidad cuenta con diversas configuraciones, que van desde el uso para rescate y búsqueda hasta la guerra antisubmarina y el espionaje electrónico.

Argentina participará con su propio P-3, pero es una unidad sin los elementos de modernización que tienen las aeronaves norteamericanas. Otro objetivo de la actividad será intercambiar conocimiento en materia de mantenimiento y servicio, un dato importante porque la Argentina está obligada a mantener en uso unidades que otros países ya habrían pasado a retiro.

Además del ejercicio de entrenamiento conjunto, que se realizará desde las bases navales de Bahía Blanca y Trelew, los P-3 también participarán de una actividad organizada por la NASA. “El propósito de esta misión será reunir datos científicos de la Antártida, que potenciarán la capacidad de la Argentina para realizar su campaña antártica anual”, explican desde la representación diplomática norteamericana.

Los intercambios militares se realizan en base a un acuerdo realizado en 1964, que ha sido actualizado en agosto de este año, y que se conoce en términos generales como Acuerdos 505, en referencia a la sección 505 de la Ley de Asistencia Extranjera de los Estados Unidos. Esta actualización permitió reanudar “las transferencias habituales entre fuerzas militares” que están previstas en la citada ley, indicó a PERFIL una calificada fuente diplomática.

Los intercambios en materia militar y de seguridad no son una novedad ya que existen desde la década del 60. Sin embargo, marcan un fuerte cambio desde que la relación en esta materia quedó congelada durante la era kirchnerista por el incidente del alicate: cuando el ex canciller Héctor Timerman, en 2011, ordenó abrir con un alicate valijas con equipos de comunicación encriptada.

El cambio de rumbo se inició bajo la administración Obama, pero continúa y se profundiza desde la llegada de Donald Trump al Salón Oval. La política hacia la Argentina es uno de los pocos rasgos de continuidad en materia de política exterior entre las dos administraciones.

El programa se denomina “Cormorán” y contempla que las maniobras militares, así como el alojamiento de cientos de “marines” norteamericanos se dé en dos bases aeronavales del país: la “Almirante Zar” de Trelew y la “Comandante Espora” de Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires, donde se alojarían hasta 60 “marines” en ambas instalaciones.

Como ahora es una tarea de los diputados nacionales darle tratamiento al proyecto y –según estiman varios- el Gobierno nacional meterá presión con sus aliados para aprobarlo, los movimientos en la Cámara Baja ya comenzaron. Por un lado, la Comisión de Defensa de Diputados ya analizó el proyecto y argumentó que cuatro ejercicios dispuestos inicialmente no cuentan con su aprobación, ya que abordan temas de “represión al terrorismo y el narcotráfico”.

Esto –dicen algunos especialistas- resultaría contradictorio con la Ley de Defensa Nacional que impide la utilización de tropas militares para tareas de seguridad y represión internas.

En la solicitud del Poder Ejecutivo, firmada por el presidente Mauricio Macri; su jefe de Gabinete, Marcos Peña; el canciller Jorge Marcelo Faurie; y el ministro de Defensa, Oscar Aguad, se detalla que el ejercicio “Cormorán” no fue incluido en el Plan de Ejercicios militares presentado anteriormente dado que se acordó su realización posteriormente a la aprobación del plan. (Aurelio Tomás – PERFIL – JORNADA – EL PATAGONICO – NUESTROMAR)

04/10/2017

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